sábado, 2 de diciembre de 2017

Ética ante la Comunidad

 Cada vez está más claro que las comunidades que persiguen la Sustentabilidad necesitan funcionar con una base ética diferente de la de la cultura dominante. Es, por muchas razones, una gran ventaja el establecer claramente esta ética. En principio sabemos que el proceso hacia la Sustentabilidad estará caracterizado por el inicio de millones de pequeños, pero significativos, proyectos por todo el mundo. Todos estos han de estar integrados, entrelazada y haciendo sinergias para tener un efecto máximo.
La integración a través de una coordinación centralizada es tan poco práctica como indeseable, ya que daría lugar a un complejo administrativo que necesitaría "tener la autoridad" para decidir qué es Sustentable y qué no. Estas administraciones estarían abocadas a sufrir los problemas asociados a las formas normales de gobernar, especialmente la concentración de poder en unas pocas manos, algunas de las cuales no suelen tener el altruismo requerido para llevar a cabo un orden equitativo y Sustentable del mundo.
Es posible una forma de integración más simple y menos corrompible con una serie de principios éticos compartidos, basados principalmente en el uso razonable de recursos renovables. Cualquiera que entienda esta ética puede desarrollar políticas y proyectos inherentemente armoniosos con la política y proyectos de otros. Una ética compartida es por tanto un importante y esencial modo de organización. Las comunidades empezarán a elegir sus colaboradores sobre la base de una convergencia ética y la capacidad de las organizaciones para cumplir sus promesas.
Como punto de partida, considerar la triada ética usada por los diseñadores de la Permacultura de todo el mundo, que se ilustra abajo.
  TRIADA
  ÉTICA DE LA
 PERMACULTURA
Sustentabilidad
Cuidar la tierra

Equidad                       Empatía
Reparto justo                        Cuidar la gente
1. Cuidar la Tierra. Sustentabilidad: abastecer las necesidades con Recursos Cercanos, Renovables y Saludables. El cuidado de la Tierra propone que todas las acciones sean juzgadas teniendo en cuenta que ya sea curar ecosistemas degradados del planeta o usarlos, hacerlo de tal manera que queden sustancialmente intactos y capaces de funcionar saludablemente. Es la ética básica, ya que sin ecosistemas viables, los humanos no somos una especie viable.
Es prioritario crear estilos de vida independientes de todas las actividades que degradan los ecosistemas. Todas las propuestas de desarrollo futuro necesitarán demostrar, a través de estudios de impacto ambiental, cómo van a influir al ecosistema. Si son previsibles perturbaciones, se necesitará identificar diseños viables para reparar los daños y recursos para poner en práctica dichos diseños, antes de empezar. El coste total de estas actividades de restauración, será soportado por el proyecto, habiéndose reservado financiación para este propósito con anterioridad.
En esta área del impacto ambiental, el gobierno local puede ofrecer importante asistencia a las comunidades. Se da frecuentemente el caso de que las organizaciones comerciales tienen mejor acceso a información tecnológica, mayores fondos y más influencia sobre los expertos que las comunidades. Los gobiernos locales tienen todos los recursos necesarios para llevar a cabo asesorías y podrían hacer mucho para corregir el desequilibrio actuando como aliados de las comunidades que deseen hacer cuidadosos estudios de lo que les afecta.
El "Cuidar la Tierra" funciona en tándem con el Principio de Precaución y la Regla de usar sólo lo Necesario.
El Principio de Precaución dice que se puede asumir que todas las actividades son eco destructivas a menos que se demuestre lo contrario. La responsabilidad de demostrarlo es de los promotores. Este es el opuesto del principio actualmente en uso, que permite de alguna manera continuar inmoderadamente las actividades eco destructivas hasta que su efecto no pueda ser ignorado o tolerado por más tiempo.
La Regla de usar sólo lo necesario1, propone que dejemos intacto cualquier sistema natural, hasta que, por estricta necesidad, nos veamos forzados a usarlo.
2. Cuidar la gente. Armonía colaboradora y cooperante. Empatía. La segunda ética, conocida como cuidar la gente, parece guiarnos a la formulación de una cultura que pone gran énfasis en la ayuda mutua entre la gente y las comunidades. Se incluye para contrarrestar la grave y artificial separación de grupos de personas, por toda una serie de falsas divisiones, evidente en nuestra cultura dominante.
Estas divisiones generan la prevaleciente competición desleal por los recursos, que da como resultado conflictos por todo el mundo. Estas divisiones u opresiones funcionan dividiendo nuestras energías colectivas y nos desvían del desarrollo de una cultura racional y socialmente justa.
Todas las opresiones normales en nuestra sociedad están profundamente enraizadas en nuestras mentes y corazones y frecuentemente actuamos reforzándolas casi inconscientemente. Eliminar la opresión es una parte tan importante del camino hacia la Sustentabilidad, como aprender a vivir en armonía con los ecosistemas naturales. Si no, podemos acabar con el tipo de cultura en la cual un pequeño número de gente poderosa vive vidas de plenitud, mientras que otros están limitados a una vida de mera existencia a su servicio.
El cuidado de la gente propone que cada diseño para la armoniosa integración de los humanos con sus ecosistemas también incluya estrategias para eliminar las opresiones y rangos subyacentes en nuestra cultura dominante.
3. Reparto equitativo. Límites al consumo. Límites a la población y al consumo es la tercera ética. Un ayuda muy útil para entender su necesidad, es la idea de la capacidad de carga, que es una idea que explica que cualquier ecosistema tiene una limitada aptitud para albergar cualquier especie de planta o animal.
Esta capacidad es determinada por factores como la disponibilidad de alimentos, la posibilidad de la vegetación del ecosistema de avenirse a los comportamientos de las especies, la capacidad de ecosistema de reciclar los desechos o productos de las especies y la habilidad de las especies de interrelacionarse útilmente con otras especies.
Es bastante claro que el número de seres humanos, junto con los estilos de vida que llevamos (especialmente los que vivimos en áreas industrializadas del mundo) nos ha hecho causantes de exceder la capacidad de carga del ecosistema global.
El reciente desarrollo de métodos para investigar 'los requerimientos de capacidad de carga de una comunidad se está centrando en el hecho de medir la huella ecológica o global de esa comunidad: se calculan las necesidades requeridas y los desechos que hay que absorber y esto se expresa en términos de superficie de terreno necesario para hacer esa actividad. La comunidad compara si eso cabe en la superficie de que dispone y si no es así, quiere decir que debe ocuparse terreno de otra comunidad.
Ese terreno fuera de los límites se le llama Capacidad de Carga Adquirida (CCA).Este tipo de estudios están empezando y muy pocos casos han sido calculados todavía. Datos provisionales (la ciudad y las áreas rurales que la rodean) indican que requiere una CCA de al menos diez veces el espacio que ocupa. Una prioridad fundamental de los diseños de comunidades Sustentables es reducir la demanda de CCA, desde otras comunidades, ajustándose a los propios limites de población y consumo.
1Las necesidades básicas, Alimentación, cobijo, salud, energía, convivencia.