martes, 8 de noviembre de 2016

OTRA ECONOMÍA ES POSIBLE: LA ECOSIMÍA

OTRA ECONOMÍA ES POSIBLE: LA ECOSIMÍA
La economía, viene de οἶκος [oikos], ‘casa’, y νόμος [nomos], ‘ley’). La ley por definición es un precepto establecido por la autoridad competente. Las leyes, pretenden hacer posible la convivencia y por ello son delimitadoras del libre albedrío. Dicen que las leyes en los sistemas democráticos emanan de la voluntad popular. Para que las leyes sean justas, deben posibilitar la diversidad con tolerancia y garantizar a todas las personas las necesidades básicas.
El reto es garantizar el Sustento, para los seres vivos actuales y venideros, en un mundo cuyos recursos naturales son limitados. La disponibilidad de combustibles fósiles, materias primas, agua potable, aire limpio y hasta el propio equilibrio climático se encuentran hoy en un punto crítico. En todo el planeta hay personas que sufren las consecuencias de estos problemas que, en su mayor parte, no han generado.
1.- ¿EN QUÉ NOS PERJUDICA ESTA ECONOMÍA?
1.1.- La estafa capitalista del libre mercado
Al final de la segunda guerra mundial, se impuso el sistema de libre mercado; «libre acumulación de medios de producción, libre contratación y despido, libre atribución de los beneficios a la empresa, libre utilización de los recursos de la naturaleza». El enriquecimiento desmesurado solo es posible basándose en la especulación, la injusticia y esquilmando los recursos de este planeta. Antítesis de los que defendemos que el planeta es nuestra casa común, que tenemos que convivir y cooperar para distribuir los recursos existentes entre todos los seres vivos1.
La crisis de fondo está en este sistema que permite la globalización neo-liberal, que se desarrolla y crece apoyada por las empresas multinacionales en la lógica del libre mercado.
La que se nos quiere presentar como una mera crisis financiera es tan sólo la parte visible de una verdadera crisis sistémica que requiere de soluciones valientes, imaginativas e integradoras, un cambio de paradigma que ponga la atención en la Sustentabilidad humana y ambiental.
1.2.- Explotación y contaminación de los recursos naturales:
La ONU nos recuerda que el mundo ha perdido alrededor de 129 millones de hectáreas de bosques en los últimos 25 años.
Las recientes condiciones de sequía han reducido en gran medida la productividad agrícola, subiendo los precios de los alimentos. La escasez de alimentos a gente que viven en o por debajo del nivel de pobreza, traerá aún más pobreza.
El 46.4% del suelo está experimentando una importante disminución de productividad y el 15.1% del mismo ya no se puede utilizar para agricultura porque sus funciones biológicas han sido gravemente destruidas y requerirían grandes inversiones para restaurarlas.
Sólo el 11% de las aguas superficiales y el 16 % de las subterráneas sean utilizables para abastecimiento y riego cumpliendo la Directiva Marco del Agua.
1.3.- Aumento del calentamiento global:
La agricultura industrial y su modelo son causantes de más del 40% de los gases de efecto invernadero (GEI):
- 13 % Producción y fertilización química
- 15-18 % Deforestación
- 10 – 12 % Procesamiento y transporte
1.4.- Afecciones a la salud:
Los productos químicos utilizados ampliamente en la agricultura industrial, como pesticidas, insecticidas, herbicidas y fungicidas, son origen o agravante de alteraciones endocrinas y de cáncer.
El uso excesivo de antibióticos en los animales que entran en nuestra cadena alimentaria provoca resistencias a antibióticos en los seres humanos. También se han visto alteradas las funciones hormonales en personas debido a la ingesta de alimentos hormonados sintéticamente.
Además, se ha demostrado que la añadidura de azúcares, grasas y otros componentes a los alimentos procesados, con el fin de alargar su vida útil y facilitar su transporte a grandes distancias, es causante de diabetes tipo II y obesidad.
1.5.- Concentración de poder:
Las diez mayores empresas dedicadas a la producción y venta de agroquímicos participan del 89 % del mercado mundial. Las diez corporaciones más grandes que se ocupan de la venta de semillas controlan el 67% de este mercado. Si nos referimos a la industria biotecnológica, el porcentaje es del 66% y si nos fijamos en la farmacéutica veterinaria, alcanza el 63%.
La organización GRAIN documenta, en su informe del 26 de marzo de 2012, que la extensión de los acaparamientos realizados a partir de 2006 alcanza más de 35 millones de hectáreas de tierra en 66 países, principalmente de África, Latinoamérica, Asia y Europa Oriental. La apropiación y el acaparamiento de tierras, consecuencia del sistema económico mercantilista que rige en nuestra sociedad, vulnera directamente los derechos humanos de las campesinas y los campesinos, quienes sufren diariamente discriminaciones y maltratos por su condición social, origen y etnia.
En realidad la crisis no es sólo económica. Se trata de una radical crisis ecológica. La auténtica crisis no está, por tanto, en esos papeles monetarios, sino en la manera de ver y pensar el mundo. Y esta visión del mundo la dicta ese mismo capital que impone un pensamiento único, donde todo se entiende desde el mismo punto de vista y tiene un solo lenguaje: el mercantil. Personas, recursos y tierras somos mercancía que se compra y se vende.
La crisis ecológica es un problema humano. Se trata entre otros del cambio climático, del consumo excesivo de recursos, del deterioro de la salud en líneas generales, de la extinción masiva de especies a causa de la conducta humana,... El impacto no procede de ningún enorme asteroide que hubiese chocado, contra la Tierra, (tal y como sospechamos que ocurrió en anteriores crisis biosféricas): el impacto lo estamos causando nosotros mismos.
No podemos esperar de las personas e instituciones, que detectan el poder:
  • Que tengan buenas intenciones
  • Que no cometan errores
  • Que no existan interferencias malintencionadas
Y sobre todo que sepan interpretar lo que realmente necesitamos
Los objetivos de fondo consisten en abordar 2 problemas básicos y globales: Parar el Cambio Climático y poner fin a la pobreza. Garantizando que todas las personas que respiran el aire común de la Tierra puedan hacer real su derecho a llevar una existencia digna.
De ahí que el slogan Sostenible, tenga sentido: Hay que sostener este sistema. Economía = Sostenibilidad. El discurso del "desarrollo sostenible" parte de la idea equívoca de realizar sus objetivos revitalizando el viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento económico sostenido sobre la naturaleza limitada del planeta y beneficiando solo a unos pocos.
EcoNOmía = “El ecosistema no va conmigo”
Esta analogía implica que al sentirnos separados del ecosistema, tendemos a olvidar el porqué hacemos las cosas. Se nos “fuerza” en este sistema para sentirnos aceptados, a vivir bajo la presión de los intereses económicos, de consumir para alcanzar cierto confort que en la mayoría de los casos nunca llega.
2.- ¿QUÉ GANAMOS CON LA ECOSIMÍA?
Si «eco-logía» significa, etimológicamente, reflexión sobre la casa, que no es sólo el entorno ambiental, se refiere a la visión de mundo sobre el ordenamiento de las relaciones entre personas, pueblos, países. De la eco-logía depende la «eco-Simía» como modelo de intercambio en que prevalece la cooperación y como prioridad la solución de nuestras necesidades reales2.
La EcoSimía propone soluciones desde la Sustentabilidad y la Equidad.
La verdadera alternativa comienza entonces por un cambio de mentalidad, utilizando un lenguaje de transformación. No sólo es lo ambiental, sino sobre todo lo social y multicultural que nos abra la posibilidad y necesidad de un nuevo tipo de relaciones humanas equitativas, soberanas, interdependientes e interrelacionadas. El centro del mundo no es el dinero y los que lo poseen. Somos diferentes, pero profundamente complementarios entre personas, pueblos y entrelazados con la naturaleza. Destruir o someter a intereses egoístas cualquier dimensión, sea humana, de todos los seres vivos o de los recursos, es un atentado al planeta en su totalidad.
Esta crisis actual del capital y del mercado es una grave advertencia, para quienes queramos entenderlas, para ahondar en sus causas reales: una crisis provocada por ese mismo capital y que ahora intenta resarcirse con una operación económica de rescate, en donde la mayoría de la población tiene que hacer un sacrifico descomunal para mantenerse. Recuperar el sentido y praxis ecológicas hoy en un mundo dominado, explotado y arruinado por una ideología egoísta y excluyente, significa compartir la tierra y sus bienes con equidad. Esta idea de la casa común es el signo más convincente y eficaz de una ecología liberadora, el trabajo más profundamente humano, la mejor y más radical respuesta humanizadora a la crisis.
EcoSImía A resaltar la etimología de la palabra, que por si misma, traslada a cada ser, a cada persona, la responsabilidad de hacer propia la economía y más aún, nuestra implicación con el ecosistema, de ahí el resaltar la sílaba "SI" seguida de "mía".
EcoSImía = “El ecosistema es cosa mía”. Esta analogía hace unidad con el entorno, somos parte corresponsable, así fluimos sin nuestros propios límites y el estrés es sustituido por la dicha y satisfacción de ser.
La EcoSImía propone que nos dediquemos primordialmente a lo que nos apasiona,
EcoSImía = Sustentabilidad = Promover recursos Cercanos, Renovables y Saludables.
2 Estamos hablando de monedas sociales y/o bancos de tiempo.

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